El Parvovirus se contagia mediante contacto oral/nasal directo de un perro infectado a otro perro, a través de las heces de perros infectados con el canino parvo virus (CPV) y también vía intrauterina, es decir, de madre infectada con el virus a cachorros durante el embarazo. El virus de la parvo también puede estar presente en superficies y objetos que hayan estado en contacto con las heces contagiadas; otros animales, como roedores e insectos, pueden ser vectores de transmisión del parvovirus canino. ¿Qué síntomas produce el parvovirus? Los síntomas que pueden aparecer a causa del contagio del Parvovirus, que por lo general atacará primeramente al tejido linfático y al intestinal, son: Diarrea (que suele ir acompañada de hemorragia). Vómitos. Fiebre. Falta de apetito y decaimiento. Apatía y/o letargo. Depresión. Pérdida de peso. Dolor a la palpación de abdomen. En casos más graves, deshidratación (más o menos severa, ya que el virus afecta al tracto intestinal) y muerte del pacie