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Vacunas en perros y enfermedades que previenen

Vacuna contra el parvovirus y moquillo. Se aplica a las 6 primeras semanas de vida.  Vacuna Polivalente. Protege contra parvovirus, virus del moquillo, virus de Parainfluenza, virus de la hepatitis y leptospira. Debe colocarse a los 2 meses de edad.  Refuerzo de la vacuna polivalente, se administra a los 3 meses de vida del perro.  Vacuna contra la rabia y segundo refuerzo de vacuna polivalente a los 4 meses de edad.  Refuerzo de vacuna contra la rabia y polivalente. Se coloca al año de vida del cachorro. Después del primer año, debe re-aplicarse, de manera anual, la inmunización polivalente así como la que evita la rabia.
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Tos de las perreras

  La tos de las perreras, también conocida como traquebronquitis infecciosa canina (TBI), es una enfermedad de aparición aguda, localizada en las vías aéreas y producida por varios agentes infecciosos entre los que destacan: la Bordetella bronchiseptica, el adenovirus canino tipo 2 y el virus de la parainfluenza. ¿Cómo se contrae? Los signos clínicos suelen aparecer entre 3 y 10 días post contacto con un perro con esta enfermedad y suele ser diseminada a través de tos o estornudos. También se puede contraer si se comparten alimentos o platos de comida o agua que han tenido contacto con un animal afectado. ¿Qué síntomas nos alertan que nuestro perro pueda sufrir de esta enfermedad? Suele desarrollarse de manera repentina una tos seca e intensa tras el contacto con un animal infectado. La tos se suele presentar con el ejercicio, cuando presionamos el cuello con la mano o cuando paseamos con una correa, en algunas ocasiones puede aparecer de manera espontánea. En algunos casos tras un epi

Hepatitis

  La hepatitis infecciosa canina es una enfermedad muy contagiosa causada por el adenovirus canino tipo 1 (CAV-1). Aunque, gracias a los efectivos protocolos de  vacunación , no se trata de una enfermedad muy frecuente, de vez en cuando se producen brotes y hay que tomar las medidas adecuadas para evitar el contagio. Los perros pueden contraer también la denominada hepatitis común, que es causada por la ingestión de sustancias tóxicas, o bien por la acumulación anormal de sustancias que en principio serían beneficiosas, como el cobre. Una tercera posibilidad es que tu perro padezca una hepatitis autoinmune, en la que es su propio sistema inmunológico quien ataca a las células del hígado, causando inflamación y necrosis. ¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis canina? Los síntomas más frecuentes de la hepatitis canina incluyen: Fiebre Pérdida de apetito Letargo Vómitos Diarrea Sed excesiva El perro orina excesivamente Vientre inflamado Ictericia (color amarillento) en piel, ore

Parvovirus

El Parvovirus se contagia mediante contacto oral/nasal directo de un perro infectado a otro perro, a través de las heces de perros infectados con el canino parvo virus (CPV) y también vía intrauterina, es decir, de madre infectada con el virus a cachorros durante el embarazo. El virus de la parvo también puede estar presente en superficies y objetos que hayan estado en contacto con las heces contagiadas; otros animales, como roedores e insectos, pueden ser vectores de transmisión del parvovirus canino. ¿Qué síntomas produce el parvovirus? Los síntomas que pueden aparecer a causa del contagio del Parvovirus, que por lo general atacará primeramente al tejido linfático y al intestinal, son: Diarrea (que suele ir acompañada de hemorragia). Vómitos. Fiebre. Falta de apetito y decaimiento. Apatía y/o letargo. Depresión. Pérdida de peso. Dolor a la palpación de abdomen. En casos más graves, deshidratación (más o menos severa, ya que el virus afecta al tracto intestinal) y muerte del pacie

Moquillo

MOQUILLO CANINO La manera más frecuente de contagio en perros es mediante la inhalación de partículas virales que se encuentren flotando en el ambiente.  Aunque el moquillo también puede transmitirse a través del contacto directo del cachorro con los fluidos de otros canes infectados, incluyendo agua y comida. Síntomas principales Así que debemos estar muy atentos a cualquier indicio físico o comportamiento extraño que tenga nuestra mascota para llevarle al veterinario cuánto antes con el fin de hacerle las pruebas pertinentes que confirmen el diagnóstico. En estos casos, actuar con rapidez resulta clave. A continuación, exponemos algunos de los síntomas más comunes que puede presentar nuestro amigo peludo: Fiebre Falta de apetito y bajada de peso. Sin ganas de hacer nada. Secreción nasal acuosa o con pus. Vómitos y diarrea. Deshidratación. Dificultad al respirar y tos. Erupciones o póstulas en la piel. Endurecimiento de las almohadillas. Enrojecimiento ocular o conjuntivitis. Convulsi